En un año, el 11 de marzo de 2024, 20 años tras el horrible atentado del 11-M, prescribirán los homicidos de cristianos y sus ejecutores, tal como de sus ayudantes y disimuladores. La justicia por el momento no va a poder enjuiciar a absolutamente nadie por estos sucesos, si bien tienen la posibilidad de aparecer novedosas pruebas, nuevos hechos, novedosas afirmaciones que dejen reabrir el expediente.
No obstante, desde el 11 de marzo de 2004, exactamente el mismo juez escucha una secuencia de hechos de bien difícil explicación y que ponen en cuestión toda la investigación, el sumario y la sentencia del 11-M. No son teorías, especulaciones, hipótesis, son hechos evidentes, irregulares, incomprensibles, supuestos delitos, revelados por acusaciones y testimonios claros, sensacionalistas, varios de los que son elaborados bajo juramento judicial. Y estos actos irregulares se hicieron aún mucho más evidentes tras el testimonio entonces inédito rendido, mucho más de 5 años tras el atentado, frente al juez Coro Cillán. Pero todo lo mencionado fué de manera sistemática dejado de lado, olvidado, ignorado.
Estos sonados hechos sucedieron durante 9 años, y fueron publicados en distintos medios, pero sin ocasionar reacción alguna por la parte de quienes debieron reaccionar. Todos están vinculados, prosiguen un guion, siempre y en todo momento actúan sobre las patentizas dejadas en los trenes, transformándolas, escondiéndolas o eliminándolas. Observemos ciertos de ellos.
1- Recolección embrollada de muestras en trenes
Contamos la mejor información de de qué forma se realizó este cobro merced al testimonio rendido en el mes de junio de 2011 frente al juez Coro Cillán por los agentes de Tedax comprometidos en este cobro. El juez Cillán, después de combatir la negativa del ministro del Interior a dar la lista de agentes que intervinieron, por último logró que esos agentes pasaran por su despacho. Múltiples medios se hicieron eco del relato de un letrado que se encuentra en la deposición.
Según este relato, el inspector jefe del conjunto Tedax de la Brigada Provincial de La capital de españa, Cáceres Vadillo, se encargó instantaneamente de la obtenida de pruebas como es frecuente en este género de casos y repartió a sus agentes entre los 4 niveles del atentado. Pero a media mañana, el comisario Sánchez Manzano, jefe de la Unidad Central de Tedax, llegó a Atocha chillando “¡Yo soy el jefe aquí!”, desechó las órdenes de Cáceres Vadillo Y, pasando por prominente el curso habitual de acción, puso a sus agentes, la mayor parte de ellos sin preparación para esta clase de tareas, al cargo de cada escena. Manzano ordenó a Tedax en La capital española que entregase las muestras agarradas hasta ese instante a la Unidad Central, impidiendo aun que completaran el etiquetado y clasificación sin ser informados de lo que habían hecho con ella. Las muestras se mezclaron de tal modo que más tarde fue irrealizable entender a qué foco pertenecía todas ellas, mientras que desaparecían varias muestras de algodón empapado, tierra de cráteres bajo trenes, cables, elementos metálicos, etcétera. Y no hay un registro pertinente con el informe, inventario y clasificación de los restos recogidos en todos y cada foco.
Algo afín sucedió con las muestras de explosivos que el Tedax de Sánchez Manzano envió a la Policía Científica. Carlos Corrales, entonces Jefe de la Comisaría General de Policía Científica, en su declaración en el juicio del 23 de abril de 2007, aseveró que “se nos mandan muestras de explosivos sin detallar dónde se recolectaron ni exactamente en qué consisten… hasta el momento en que, en algún instante, digo que no estoy presto a proseguir recibiendo muestras donde no se detalla dónde se recolectaron, ni de qué forma se recolectaron, o qué género de exhibe es… me preguntan por qué razón, de dónde vienen estas muestras, les respondo que no lo sé, pues a TEDAX le pidieron en reiteradas oportunidades que nos informe sobre esto… En Policía Científica siempre y en todo momento registramos dónde, de qué forma, por qué razón y quién lo recogió y exactamente en qué situaciones”
2- Retiro masivo de material de trenes justo después del atentado
(En la mañana del 12 de marzo. En el fondo, el tren de Atocha saliendo de la estación, desaparece el “mueble” que los especialistas consideran vital para saber el género de explosivo. En primer chato, el tren de Téllez se somete a exactamente la misma limpieza que el material.. Fotografía cedida a la prensa)
Mucho más de un año tras el atentado, en el mes de junio de 2005, peritos de la Policía Estatal y de la Guarda Civil, siguiendo las órdenes del juez de instrucción, realizaron un informe pericial sobre las detonaciones en los trenes desaparecidos hace mucho más de un año. En la página 7 del informe escribieron:
Todas y cada una de las detonaciones generaron, cerca del punto donde se puso cada bomba, un área donde los efectos fueron asoladorestanto en la gente que estaban allí, como los muebles de los turismos (asientos, molduras interiores, lunas, puertas…). El estudio de estos efectosadjuntado con los desenlaces de los análisis químicos completados, Saber la cantidad y el género de explosivo es primordial empleado en todos y cada aparato.
Ya que bien, ese “mueble” cuyo estudio fue tan vital está desaparecido desde la mañana del día 12. Aquella mañana varios lograron revisar cuánto de ese material había desaparecido del tren de Atocha, y hay fotografías, ciertas proyectadas en el desarrollo a requerimiento del Ministerio Público en el escrito probatorio de 4 de junio de 2007, en el que se puede ver la desaparición. Asimismo hay abundante documentación gráfica del accionar de la multitud en el tren Téllez los días 12 y 13 de marzo, y hay un testimonio de audio de la cadena SER que, emitido en la mañana del día 12 desde la calle Téllez, afirma: “un volquete terminado con los restos de ese vagón ahora fué enviado a la comisaría, a las entidades centrales de la policía científica en el distrito de Canillas para un examen mucho más detallado de esos restos, esos restos que digo asimismo tienen dentro los complementos”, ese es el mueble que un año después habría sido mencionado por los especialistas.
3- Alguien ordenó eliminar los trenes, pero no se conoce quién o si el juez lo autorizó
Tras esa limpieza inicial de las fuentes de la explosión, lo que quedó de los coches volados fue destruido y desapareció. No hay necesidad de documentar esta destrucción como es muy conocida. Lo que absolutamente nadie semeja entender es quién fue su “creador intelectual”. No se conoce si el juez de instrucción lo autorizó, ya que el juez Coro Cillán asimismo consultó en múltiples oportunidades a la Audiencia Nacional, sin contestación aparente. Sobre esto, Díaz Pintado, el número 2 de la policía del 11-M, manifestó en frente de Coro Cillán en el mes de septiembre de 2009 que Renfe preguntó si podían eliminar los trenes y él respondió que no podían ser destrozados por resolución unilateral. de la policía, pues eso era una prueba, para solicitarle al juez que decidiese.
No pienso que precisemos ofrecer mucho más datos sobre el concepto de esta destrucción de la escena del delito. No se sabe resumidamente la presencia de cualquier encuesta efectuada en los trenes. A lo largo de la investigación y el juicio, hubo varios lamentos por la carencia de pruebas. Nuestro Tribunal Supremo aseveró, al solucionar un recurso de casación en el mes de julio de 2008, que una destrucción tan precipitada puede llegar como una sorpresa, lo que impidió una investigación posterior mucho más relajado y terminado. En otras expresiones, el Tribunal Supremo está asombrado por la destrucción precipitada, afirma que llevarlo a cabo impidió una investigación intensamente de los trenes, y de este modo es, se habla de un tema tan grave, pero a absolutamente nadie se le sucede ver y preguntar. los responsables de argumentar la pobreza
4- Despreció la lógica solicitud de Tedax en La capital española de investigar los trenes, a lo largo de semanas, en la estación de Vicálvaro.
El jefe de la Tedax de La capital española, Cáceres Vadillo, declaró el 23 de noviembre de 2011 frente al juez Coro Cillán que la Tedax de La capital de españa se planteaba mover los trenes a Vicálvaro para buscar, una vez allí, a lo largo de semanas rastros y muestras del explosivo por medio de un inspección meticulosa. de los trenes Dejaron una parte de su trabajo sin finalizar, abandonaron las tareas mucho más bien difíciles de localizar pruebas pues creyeron que podrían llevarlo a cabo en silencio y con discreción a lo largo de las próximas semanas. Pero para su sorpresa, los trenes han comenzado a correr. ser recogido para su demolición exactamente la misma noche del día 11.
Esta lógica y básica solicitud de Tedax en La capital de españa no se ha cumplido sin que alguien estudiando haya decidido no tramitarlo y por qué razón.
5- Mientras que el resto eran derruidos, el tren de Santa Eugenia estuvo 6 meses archivado en Vicálvaro, sin ningún rastro de indagaciones en curso ese rincón
No obstante, la resolución de eliminar los trenes tuvo una excepción: el tren atacado en Santa Eugenia fue prudentemente movido a la estación de clasificación de Vicálvaro. Y continuó en Vicálvaro a lo largo de 6 meses, hasta el momento en que, exactamente el 11 de septiembre, fue llevado a un taller de reparación. Este tema se pasó por prominente en el escrito y en el juicio. No entendemos si esta situación asimismo se ocultó a La capital española Tedax, que llevaba semanas pidiendo investigar los trenes de Vicálvaro y que tenía la única oportunidad de llevarlo a cabo en aquel tren de Santa Eugenia. En cualquier caso, el sumario no incluye ninguna pericia o investigación efectuada en ese tren y en ese rincón.
6- El origen de la explosión del tren de Santa Eugenia guardado a lo largo de 8 años “por si acaso” de un viable “mucho más análisis” del que no hay novedades
(El sello del rincón donde se guardaban los restos del tren de Santa Eugenia, los últimos restos de un tren del 11-M. Fotografía del creador)
El tren de Santa Eugenia fue el único que se salvó del derribo. Fue reparado, si bien esta falla fue ignorada a lo largo de la investigación y el juicio. Y lo mucho más asombroso: todo el material próximo al foco de la explosión fue guardado prudentemente en un almacén del taller de la compañía Tafesa. En el momento en que 8 años después, en 2012, se descubrió y se realizó pública su vida, el local fue sellado por orden de la Fiscalía General del Estado, al tiempo que la Abogacía de La capital española manifestó en un aviso: “se tomaron medidas para conservación de tales restos, en el caso de probables análisis siguientes. Todo con pleno conocimiento de los órganos judiciales que estudian la situacion y del Ministerio Público, quienes fueron informados en su instante.. Esto es, las autoridades judiciales fueron informadas, pero mudas, en tanto que nada de esto sucedió en los 8 años que transcurrieron hasta un “hallazgo” que sorprendió hasta al mismo procurador general del estado. Por otro lado, el gerente general de la compañía que efectuó la reparación declaró frente al juez Coro Cillán el 20 de enero de 2012, esto le paso un par de veces a la Policia y a la Guarda Civil al arreglar la unidad para poder ver los materiales. Pero nada oficial se conoce de aquella visita de policías y guardas civiles. Como si no fuera sufisciente, con ocasión de las respectivas audiencias de comisaría y guarda civil, se efectuó asimismo la tasación conjunta a que tiene relación el apartado 2 de este producto por la parte de comisaría y guarda civil, tasación que, sabiendo presente la desaparición de los trenes, debió fundamentarse en fotografías tomadas, entre otros muchos, por policías municipales, trenes y bomberos. Conque la policía y la guarda civil no tenían a su predisposición mucho más restos que los de Santa Eugenia y los examinaron, pero en el informe no mentaron su vida, más allá de ser salvados exactamente “en el caso de un viable análisis posterior”.
(Los últimos restos del tren de Santa Eugenia, 16 de septiembre de 2013. Fotografía del creador)
7- El material próximo al sitio de la explosión en Santa Eugenia habría sido sustraído
(23 de octubre de 2013. Abajo, arriba a la izquierda, los últimos restos del tren en el momento en que la policía se detuvo en la puerta. Derecha, lo que queda del cobertizo donde se almacenaron los últimos restos de un tren del 11 de septiembre -M Fotografía del creador )
El Ministerio Fiscal concedió suma importancia a los restos descubiertos del tren de Santa Eugenia y ordenó su sellado por la Guarda Civil. Nuestro Torres Dulce manifestó el 7 de junio de 2012 que la Fiscalía sostiene esos queda predisposición de la Salón 6 de la Audiencia Nacional, correctamente guardados y sellados a fin de que logren ser eliminados libremente. Pero solamente se supo de las porciones de los restos almacenados y sellados, hasta el momento en que fueron sustraídos terminantemente por los supuestos ladrones cuyo tráfico de camiones se encontraba regulado por la policía municipal que “afiliaba” a los choferes del TIR, después de que, como lo prueban las actas de los “Comisiones de urbanismo y vivienda” y “Seguridad y Ocasiones de Urgencia” del Municipio de La capital de españa el 20 de noviembre de 2013, y todo ello sucedió en unos días en el momento en que la Policía Nacional observó en lo personal la puerta del laboratorio. Cuando menos esto último ocurrió el 23 de octubre de 2013, en el momento en que se encontraba a puntito de generarse el hurto.
(23 de octubre de 2013, policías en la puerta de ingreso al estacionamiento donde sustrajeron los últimos restos de un tren del 11-M. Fotografía del creador)
8- El increíble origen y también inexplicable final de la mochila de Vallecas
En la tarde del mismo día, 11, se presentó en la comisaría de Vallecas, en una bolsa de ElPozo que había hecho un enigmático ida y vuelta por las calles de La capital de españa, con extendida estancia en Ifema y instantes. de sepa de la custodia policial, una bomba en una mochila con un peso aproximado de 12 kg. La versión judicial aceptó que esta mochila procedía del tren atacado desde la estación El Pozo. No obstante, como consta en la demanda, el 19 de marzo de 2007, entre los 5 peritos que formaron parte de la recolección de la mercadería de El Pozo, estos peritos abrieron uno por uno y examinaron un par de veces todas y cada una de las bolsas descuidadas.
Esto es, con el tiempo de alarma reinante tras la explosión de 2 bombas y la desactivación de la tercera, con la novedad de las 4 bombas ubicadas en todos y cada tren de Atocha y Téllez, los expertos de Tedax efectúan una doble revisión intensa, línea por línea. . , de todas y cada una de las bolsas, y según la versión judicial, en una situación tan extrema toman una bolsa con no menos de 10 kg de explosivos, la abren, la examinan un par de veces, no ven nada anormal y sencillamente la meten en una bolsa. ¿Es creíble? Pienso que no es así en lo más mínimo.
Pero el tema no acabó ahí. El 3 de mayo de 2007 declaró en el juicio el agente de la Policía Científica, quien asistió al sitio de la desactivación para efectuar un informe fotográfico del dispositivo. Según su declaración, le dio la cámara a un agente de Tedax, quien tomó ciertas fotografías de la mochila, antes de deshabilitarla, y después le devolvió la cámara. Tras desactivarlo, se sorprendió al notar una bolsa de basura, no una mochila, y se dispuso a llenar el informe fotográfico. Pero en el momento en que se encontraba a puntito de llevarlo a cabo, de súbito lo detuvieron y lo tiraron, “No se precisan mucho más fotografías para escapar del área”. Y no hay documentación fotográfica del dispositivo desactivado. Más tarde, el entonces comisario general de Seguridad Ciudadana, Cuadro Jaén, que era el comandante de la operación, le ordenó dar el carrete de fotografías iniciales a Tedax. En el momento en que entonces se interesó por las fotografías tomadas, respondieron de este modo “Esas fotografías jamás se han tomado, el carrete no existe”. La tierra se ha tragado las fotografías de las pruebas que respaldan todo el tinglado de las sentencias.
Antes, en el momento en que el Tedax que debía efectuar la desactivación había aconsejado al Comisario que desalojara las casas lindantes, este había descartado tal desalojo; más tarde se comprobó que el aparato no ha podido haber explotado puesto que no se habían efectuado sus conexiones eléctricas. Cada cual saca sus conclusiones.
9- Increíble transformación sufrida por las muestras de metralla del tren a lo largo de la investigación y juicio
(Transformación del siniestro del tren de Santa Eugenia entre 2005 y 2007)
La metralla jugó un papel escencial en la investigación del 11 de septiembre. La mochila de Vallecas contenía 640 gramos de clavos y tornillos, al paso que la doctora Carmen Baladía, que el 11-M, como directiva del Centro de Anatomía Forense, reguló y inspeccionó las trabajos de identificación y autopsia de las víctimas, declaró frente al juez Coro Cillán, el 28 de octubre de 2011, bajo juramento, que “No hubo metralla entre los 191 fallecidos. Los reportes de rayos X no aprecian lo que se llegó a llamar tornillos, sin tuercas, sin clavos, sin tornillos. En ninguno de los cuerpos se hallaron restos de metralla.. Esto es, la mochila de Vallecas contenía metralla que hacía falta en las bombas del tren. Conque el juego de manos que hubo que llevar a cabo para intentar solucionar esta discrepancia no es asombroso. Como observaremos mucho más adelante, los presuntos esquirlas de tren aparecían, desaparecían y se convertían según las situaciones.
Entre los escombros de la vivienda de Leganés se halló una caja con clavos idénticos. Más tarde, en el mes de mayo de 2004, el juez del tribunal n. Lo logró de una forma muy particular, que entonces daría sitio a reportes periciales concretos sobre accidentes de tren.
Estas clavijas de Leganés solo fueron equiparadas geométricamente con una sola clavija de los trenes, en aspecto de Téllez. Sin registros de recolección ni inventario de muestras retratadas en el laboratorio, esta era la primera oportunidad, por idea de Manzano, que se revelaba una astilla en los trenes, y era un solo clavo, supuestamente no mucho más. Obviamente para buscar probables coincidencias entre ellos hubo que equiparar entre los clavos idénticos del Leganés con todos y cada uno de los recogidos en los trenes, y ya que la comparación se realizó con uno solo, hay que inferir que solo ese clavo tenía no fué recogido en los trenes. clavo. Los peritos de Sánchez Manzano hicieron una comparación puramente geométrica, y el resultado fue negativo: no hubo coincidencia entre las astillas de Leganés y las de los trenes.
Este trámite operativo se repitió en reportes siguientes. Toda vez que aparecía un clavo en una viable localización del 11-M, el juez ordenaba equipararlo con trenes, tal como metralla que aparecía en el sitio de trabajo de un estudioso y recaía en 2. oportunidades en las minas asturianas, en la primera de las que las pruebas terminaron en el basurero del juzgado, según aceptó el 11 de abril de 2005 la cancillería n. 6 en un “trámite de atestación”. Este suceso motivó al juez a organizar un nuevo cobro a Mina Conchita, en el momento en que había pasado mucho más de un año del ataque.
En esas tres votaciones efectuadas por los peritos de Tedax se reitera constantemente exactamente el mismo trámite: se equiparan las muestras sospechosas con el clavo de Téllez, siendo el único en los trenes, se ve que no hay coincidencias y el informe . queda excluida, tal y como si no hubiese mucho más astillas de tren que ese clavo. Y en el momento en que se levantaron los cerrojos, no lo equiparen con nada que saliese de los trenes, supuestamente no se levantaron cerrojos en los trenes.
El tema dio un giro increíble en el momento en que entre las partes le ha dicho al juez que había que cerrar “En el que se hallaron focos de explosión de metralla, puesto que los reportes comparativos solo hablan de metralla del tren de carretera de Téllez”. Y el juez ordenó a la instalación de Tedax que informara”donde se hallaron o encontraron focos de metralla en contestación al aparato explosivo desactivado en el Parque Azorín de Vallecas”.
Y sucede el milagro. El 9 de diciembre de 2005, Sánchez Manzano remitió el informe a la Corte. En él cuenta, prácticamente un par de años tras el atentado, la inmediata y también inexplicable aparición de nada menos que 21 bulones y 33 pitones que proceden de prácticamente todas las fuentes ferroviarias y hasta el momento inexistentes, y como no podía ser de otra forma, establece exactamente el mismo perito. que esos tornillos y clavos coincidían con los que incorporaba el “dispositivo desactivado”, esto es, la mochila de Vallecas.
Pero no acaba ahí. Todas y cada una de las muestras de metralla que se dieron a conocer y fotografiaron en el informe pericial de diciembre de 2005 fueron mandadas al juzgado y de allí al laboratorio de Ciencias Policiales donde fueron de nuevo retratadas para el informe pericial de explosivos en el juicio de 2007. Bueno, si comparas las dos series de fotografías, consigues ciertos desenlaces espectaculares, a entender, que exactamente las mismas muestras cambian de un especialista a otro. Hay nuevos vencedores que se muestran en 2007, otros desaparecen entre 2005 y 2007, otros se convierten,
La cuestión se volvió aún mucho más alarmante tras la declaración de entre los peritos del primer perito concreto en metralla, el de las minas asturianas, pronunciada el 8 de julio de 2011 frente al juez de Coro Cillán. Ese perito determinó que no había coincidencia entre los pitones de la mía y los de la mochila de Vallecas y el clavo único de Téllez. Según información publicada en su instante, dicho agente aseveró que Sánchez Manzano se lo había ordenado.
cambiar su veredicto. Negándose a llevarlo a cabo, Manzano le mencionó que de ahora en adelante los exámenes los tomaría otro Tedax. Y de esta manera fue, no figuró en ninguno de los reportes siguientes sobre la metralla. Pero si Sánchez Manzano procuraba coincidencias entre las muestras de la mina y las de los trenes, y si había mucho más astillas en los trenes que el clavo de Téllez, ¿carecería de sentido organizar el análisis de todas las otras muestras que ya están? ¿Es concebible que si los tasadores tuviesen mucho más clavos o tornillos para los faros, hubiesen prescindido de ellos en ese tasador?
(Transformación del siniestro del tren de Santa Eugenia entre 2005 y 2007)
10- No hay cadena de custodia de prueba
Ahora vimos en el punto 1 lo caótico que es el primer eslabón de la cadena de custodia, la obtenida de muestras en los trenes, sin el saber de la presencia de bitácoras de obtenida, inventarios de muestras y fotografías. Asimismo vi que no hay inventario hecho después en el laboratorio químico de Tedax con descripción y fotografías de las muestras. Y asimismo hemos visto de qué manera se causó la aparición inmediata, prácticamente un par de años tras el 11-M, de muestras de metralla hasta la actualidad ignotas, tal como la enigmática transformación de esa metralla entre el último especialista de Tedax y los explosivos fabricados a lo largo del desarrollo oralmente por el Laboratorio de Policía Científica. En este sentido, cabe rememorar que el acta final de este perito no tiene dentro el informe de distribución de las muestras del tren al laboratorio, que se reemplaza por el informe de la distribución preliminar de estas muestras al juzgado. En consecuencia, no hay datos sobre la distribución de estas muestras desde el Juzgado al Laboratorio de Policía Científica, no hay perseverancia de quién logró esa distribución, ni cuándo, ni de qué manera se efectuó.
En semejantes situaciones, no es de extrañar que se lea el peritaje de explosivos efectuado en el laboratorio de ciencias policiales: “La cadena de custodia de las pruebas es ignota para los peritos en el sitio, excepto uno. Considere la relevancia de entender dónde, de qué forma o, por poner un ejemplo, por cuánto tiempo y exactamente en qué condiciones se guardaron las pruebas». Y ciertos especialistas expresaron su especial opinión sobre este tema, escribiendo en el acta: “Que activa y pasivamente pedimos ser informados de la cadena de custodia a la que se sometió la prueba. No se ha recibido contestación a esta petición”..
11- Perjurio manifiesto y también impune en sumario y en juicio, como inverosimilitud de la prueba ponderada y no ponderada
A lo largo de las audiencias y frente a un conjunto de víctimas, el juez Bermúdez se comprometió a llevarlo a cabo “mandar un tanto lejos de Jerez” los que brindaron falso testimonio. No es necesario decir que absolutamente nadie pensó en determinada cosa. “pequeño sendero”, todo fué olvidado. No obstante, hay múltiples afirmaciones flagrantes de perjurio fabricadas frente a la Corte. Observemos uno como un ejemplo.
En el análisis químico de muestras agarradas en un atentado explosivo es práctica frecuente, tras un primer análisis de urgencia en el laboratorio Tedax, mandarlas al laboratorio. enormemente calificado de la Policía Científica. No obstante, el 11-M esto no se realizó. Las muestras, tras la anárquica obtenida en los trenes y el no menos caótico análisis en el laboratorio de Tedax, han quedado en el almacén de ese laboratorio.
En la audiencia del 14 de marzo de 2007, el Comisionado Sánchez Manzano, titular de TEDAX, dio las próximas explicaciones: en el momento en que han quedado inconmensurables restos de la explosión, impregnaciones, por de este modo decirlo, Siempre y en todo momento Continuaron en la Unidad Central de Supresión de Explosivos. En el momento en que había substancias medibles, se mandaba a la Policía Científica un resto de explosivo, no un resto de explosión, sino más bien un resto de explosivo.
Y Carlos Corrales, ese 11-M; Fue jefe de la Comisaría General de Policía Científica. Este diálogo lo sostuvo con el letrado de la Asociación de Víctimas del 11-M en la asamblea del 23 de abril:
AAV11M: ¿Existe algún caso en el que, tratándose de substancias no pesables, se prevea que estas no sean mandadas al Laboratorio de Policía Científica?
Tú: No existe ninguna regla en el manual..
AAV11M: Además de esto, podríamos decir que exactamente pues no es medible, esto es, mucho más bien difícil de investigar, es mucho más habitual que lo manden a la Policía Científica, que tiene mejores medios para examinarlo.
T: si señor
Y en la asamblea del 28 de mayo de 2007, el perito P12, de la Policía Científica, respondió al letrado de Zougam lo siguiente:
D ZOUGAM: ¿Sabe por qué razón, semeja que la Unidad Central de TEDAX solo manda explosivos pesados a la Policía Científica y no esos que se tienen la posibilidad de adherir a determinadas superficies?
P12: Es completamente dudoso. Del total de los reportes que he efectuado en los prácticamente 20 años que llevo en el laboratorio químico-toxicológico, de los 519 reportes completados hasta hoy, el 85,93% son sobre restos de explosivos y, consecuentemente, el resto sería explosivos pesados como usted afirma.
Son afirmaciones inconsistentes sobre temas que los tres presentes se conocían a la perfección y que fueron fundamentales en la investigación del 11-M. Alguien engañó descaradamente bajo juramento, alguien cometió perjurio, pero ese perjurio no tuvo secuelas.
12- Esenciales testimonios contenidos en la acusación de Coro Cillán, olvidados y almacenados bajo llave. El poco afortunado final del caso y el horrible final de nuestra juez
En el artículo se han empleado múltiples ocasiones como razonamiento múltiples testimonios rendidos frente al juez Coro Cillán. La razón está en lo ocurrido en la trascendental investigación de la demanda interpuesta el 8 de julio de 2009 por la Asociación de Asiste para las Víctimas del 11-S (el día de hoy Asociación de Víctimas del 11-S) contra el comisario jefe de Tedax Sánchez Manzano y su perito químico. Se ha elaborado demanda penal contra ellos y contra el resto de la gente que la instrucción ha preciso “supuestos criminales de falta de procesamiento de delitos, ocultación a través de retención de pruebas y perjurio”.
tribunal de instrucción n. El 43 de La capital de españa, comandado por Coro Cillán, aceptó la demanda de finiquito, procesó a los 2 encausados y realizó la investigación a lo largo de un par de años y medio, con el acompañamiento del Ministerio Fiscal, superando los varios óbices de todo género que hallaron. . lo presentó Pese a la estable oposición del gobierno, el valeroso juez Cillán logró que comparecieran múltiples presentes policiales y otros que no se habían anunciado en el juicio del 11 de septiembre, varios de los cuales se nombran en el presente artículo. Varios de estos reclamos han entregado nuevos datos esenciales sobre lo que sucedió con los trenes y el muestreo en ellos.
El 6 de febrero de 2012, Miguel Corsini, que era presidente de Renfe en el instante del atentado, compareció frente al Coro Cillán, y al día después la audiencia provincial dictaminó su sobreseimiento por cosa juzgada, en el momento en que quedó claro que no estaban los hechos denunciados en la demanda jamás fueron probados. Había ido bastante lejos y el tema se encontraba cerrado.
Prosiguieron múltiples apelaciones de ese despido, pero esta golpeó una pared. Al final, el 26 de marzo de 2013 nuestra jueza Coro Cillán fue suspendida por un tiempo y el 11 de octubre de 2013 fue inhabilitada por mala conducta en otra causa. Su historia se vino abajo.
No obstante, las víctimas de la asociación procuraron proseguir con la demanda, pero padecieron mucho más negativas elaboradas con especial crueldad, como la de 11 de julio de 2014 del juzgado nro. 6, en cuyo coche de inadmisibilidad de un nuevo recurso se lee lo siguiente: “No coincide quien soluciona la labor para mostrar engaños y teorías de conspiración, especialmente en el momento en que la realidad judicial ahora fué comprobada (…) y por consiguiente la los solicitantes a poseedores de una verdad invocada no puede ser objeto de esta resolución”.15 de la Ordenanza del 11.07.2014). Este despiadado trato judicial sería impensable para otras víctimas del terrorismo, este abuso supuestamente guardado al 11-S, cuyo enorme pecado es supuestamente su deseo de comprender quién y por qué razón logró tanto daño. En un caso así, la investigación sería realmente simple. Bastaría con hallar, por oculto que esté, Documentos de educación de Coro Cillanlee los testimonios que poseen y sacar las conclusiones apropiadas. A conocer si alguien se anima a llevarlo a cabo sin meditar en la situación donde está Coro Cillán.
Conclusión
Todo lo previo está sin lugar a dudas conectado, esta secuencia de hechos irregulares sucedidos durante 9 años, incluyendo los 8 del gobierno de Zapatero, y todos dirigidos a eliminar, archivar, substraer, esconder, substituir, modificar, no puede ser al azar. todas y cada una de las pruebas que lograron salir de los trenes, dando en cambio la máxima relevancia, como prueba de lo sucedido, al contenido de una mochila que absolutamente nadie vió en ningún tren, pero que en el final fue la base de toda la investigación , el origen de los hechos en teoría probados y en acompañamiento de nuestra sentencia. Es tal y como si se quisiese, y por último se lograra, mover la investigación de los auténticos autores materiales y también intelectuales a los que al final se apuntan en la sentencia.
Carlos Sánchez de Roda
Fuente: elcorreodepozuelo
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